Hijo del actor Rodolfo Sancho confiesa sus motivos para asesinar y desmembrar a cirujano colombiano: «Estaba obsesionado conmigo»

El español Daniel Sancho ingresó el lunes en la cárcel de Koh Samui, en el sur de Tailandia, después de que un juez del tribunal provincial de la isla decretara prisión provisional para el joven por el presunto asesinato del colombiano Edwin Arrieta, confirmaron fuentes cercanas al caso a EFE.

Sancho, de 29 años, permanecerá en prisión al menos hasta que comience el juicio y será sometido a un aislamiento de diez días por protocolo de covid-19. 

Durante este período, solo podrá ser visitado por su representante legal.

El abogado contratado por la familia de Sancho, hijo del actor español Rodolfo Sancho y nieto del también actor Sancho Gracia, se reunirá con el joven en la prisión el martes.

No se espera que la familia de Sancho viaje a Tailandia de inmediato debido al período de aislamiento al que será sometido el joven.

Una vez finalizado dicho protocolo, el juicio comenzará en una fecha indeterminada, que podría ser en semanas o meses, mientras la Policía tailandesa aún tiene nueve semanas para concluir la investigación.

Los abogados de Sancho habían asegurado que solicitarían la libertad provisional para el joven, pero el juez la denegó.

Antes de ser trasladado el lunes a Samui para pasar a disposición judicial desde la vecina isla de Koh Phangan, donde tuvo lugar el presunto crimen, Sancho aseguró, al ser preguntado por EFE, que quiere «colaborar en todo lo que pueda».

Sancho se declaró culpable del asesinato y desmembramiento de Arrieta el sábado en la comisaría de Koh Phangan.

Según el informe policial, los primeros restos, la pelvis y una pierna derecha, fueron encontrados en la turística Koh Phangan el jueves y el viernes, respectivamente.

La policía ha confirmado a EFE que también se ha recuperado la cabeza y que se ha identificado que los restos del cadáver pertenecen a Arrieta, un cirujano plástico de 44 años oriundo de la población colombiana de Lorica, en el departamento de Córdoba (norte).

Daniel Sancho: «Amenazaba a toda mi familia»

‘El programa del verano’, de Telecinco, ha contactado con Daniel Sancho. Su testimonio ha dejado nuevas informaciones sobre los posibles móviles del crimen: «Ese hombre me tenía prisionero y estaba amenazando a toda mi familia. Si no hacía lo que me pedía… 

Me decía que ya sabía lo que era Colombia y lo que un hombre con 100 millones de dólares era capaz de hacer».

Daniel Sancho ha insistido en reconocer su culpabilidad, pese a que ha subrayado de nuevo que era un «rehén» de Edwin Arrieta. «Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula . 

Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho», ha comentado.

Daniel Sancho ha comentado, además, que no tenía ningún tipo de relación con el cirujano asesinado, tal como se ha especulado en las últimas horas. «Él estaba obsesionado conmigo. Me engañó, me hizo creer que lo que quería era hacer negocios conmigo, meter dinero en la empresa de la que soy socio», ha comentado.

El detenido, que ha apuntado que la policía le está tratando bien gracias a su colaboración con la justicia, ha añadido que la única motivación de Edwin era estar con él: «Que hiciéramos cosas juntos, que fuéramos a México, Chile, Colombia, a abrir un restaurante. Pero era todo mentira. Lo único que quería era a mí, que fuera su novio».

Sancho y Arrieta se habían conocido tiempo atrás a través de Instagram. Mientras Sancho llegó a Koh Phangan el 1 de agosto, Arrieta se encontró allí con él el 2 de agosto.

El propio Sancho reportó un día después, la noche del jueves 3 de agosto, la desaparición del colombiano en la comisaría de Koh Phangan y comenzó a ser interrogado como sospechoso el viernes.

El código penal tailandés contempla como máxima pena la pena capital para delitos de asesinato, aunque, en caso de ser dictada, suele ser conmutada por cadena perpetua.

En agosto de 2020, el rey de Tailandia conmutó la pena capital por cadena perpetua para el español Artur Segarra por el asesinato en 2016 de su compatriota David Bernat en Bangkok, allanando el camino para una futura extradición.