Una expresión cultural acorde con nuestra sociedad

aprendió una cultura importada que le fue enviada, precisamente, para que se ubicara en la inmoralidad, y de ahí en adelante hiciera de las drogas, el desorden sexual y la delincuencia, una forma nueva de cultura nacional.

III.- Ideas finales

19.- A las clases dominantes en la sociedad dominicana de estos tiempos, hay que recordarles que no deben darse por alarmadas, porque lo peor no ha llegado. Aquí todavía falta por ver más de lo que aporta la cultura de la depravación, la perversión y otros hábitos de sucias actuaciones.

20.- En el ser humano una cosa es su deseo, lo que quiere, y otra muy distinta, la que le pinta la realidad. Así, por ejemplo, quisiéramos decir que vivimos en una sociedad agradable, acogedora, sumamente humana. Pero nuestro anhelo choca con la materialidad, porque estamos en un medio social inútil, cruel, desagradable, en el cual imperan las desigualdades y las inmoralidades.

21.- La forma como está organizada la sociedad dominicana, la hace incapaz de garantizar una existencia digna; resulta inservible para generar felicidad; es inútil para crear solidaridad. Ella se evidencia imposible de motivar el decoro, la honradez y las virtudes cívicas y ciudadanas.

22.- Pura y simplemente, el modo de vida de las dominicanas y los dominicanos de hoy, es una calamidad porque el sistema social vigente es incompetente para satisfacer las necesidades materiales y espirituales más apremiantes de nuestro pueblo, así como también está en la imposibilidad de generar un ambiente de decencia.