Tribunal ruso multa a mujer que protestó en TV y la deja en libertad

MOSCÚ, RUSIA, AFP.- Un tribunal de Moscú multó el martes a Marina Ovsiannikova, empleada de la televisión Pervy Kanal, muy cercana al poder ruso, por una suma equivalente a unos 275 dólares.

Ovsiannikova fue juzgada por haberse manifestado ilegalmente, según un tribunal moscovita. La noche del lunes, irrumpió en medio del informativo y se situó detrás de la presentadora con una pancarta en la que se leía: «No a la guerra, no crean la propaganda. Aquí les están mintiendo».

La encausada se declaró no culpable y dijo seguir “convencida de que Rusia comete un crimen y es el agresor de Ucrania”. Podía haber sido condenada a 10 días de detención, pero fue puesta en libertad.

“Pasé dos noches sin dormir, el interrogatorio duró más de 14 horas. No me permitieron comunicarme con mis familiares, no me brindaron ayuda legal”, dijo Marina Ovsyannikova, editora de televisión.

La comunicadora aún se enfrenta a cargos penales que podrían dar lugar a fuertes penas de prisión.

De momento no ha sido imputada por crimen de publicación de «informaciones falsas» sobre el ejército ruso, sancionable con hasta 15 años de prisión.

Ovsiannikova, de unos 40 años, es madre de dos hijos pequeños y natural de Odesa, en Ucrania.

Ovsyannikova sostuvo que «desafortunadamente, en los últimos años trabajé en Channel One, haciendo propaganda del Kremlin y ahora estoy muy avergonzada de esto. Me avergüenzo de haber permitido que se dijeran mentiras desde el televisor. Me avergüenza haber permitido que los rusos fueran convertidos en zombies. Estuvimos en silencio en 2014 cuando todo esto apenas comenzaba. No fuimos a las protestas cuando el Kremlin envenenó a (Alexei) Navalny. Solo observamos en silencio a este régimen antihumano. Y ahora todo el mundo se ha alejado de nosotros. y diez generaciones de nuestros descendientes no lavarán la vergüenza de esta guerra fratricida».

Su abogado, Daniil Berman, había dicho a la AFP que temía que su clienta fuera objeto de un juicio penal y que consideraba posible “que las autoridades decidan dar ejemplo para que otros detractores se callen».

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó la acción de «gamberrismo».