EEUU tiene poca fe en nuevas conversaciones en Viena sobre programa nuclear iraní

Estados Unidos puso en marcha «preparativos» en caso de un fracaso de la diplomacia para resolver la cuestión nuclear iraní, revelando la poca esperanza de Washington en el éxito de las conversaciones que se reanudaron en Viena.

Ante los continuos avances en el programa nuclear de Irán, «el presidente pidió a su equipo estar preparado en caso de que falle la diplomacia. Esto requiere preparativos», dijo, en alusión a «sanciones adicionales» contra Teherán.

«Hemos propuesto un camino diplomático, este camino permanece abierto», dijo Psaki, aunque de todos modos advirtió que «nos estamos preparando para tomar un camino completamente diferente» de ser necesario.

Paralelamente, Estados Unidos e Israel discutieron sobre ejercicios militares conjuntos para contrarrestar las ambiciones nucleares de Irán, ante las difíciles negociaciones de Viena.

«Estoy profundamente preocupado por las acciones del gobierno iraní en el campo nuclear en los últimos meses, sus provocaciones permanentes y su falta de compromiso diplomático», expresó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, al dar la bienvenida en el Pentágono a su homólogo israelí, Benny Gantz.

Austin se refirió a un ejercicio conjunto realizado recientemente en el Mar Rojo por Estados Unidos, Israel, Emiratos Árabes Unidos y Baréin. «Continuaremos desarrollando esta arquitectura de seguridad regional a través de la cooperación militar, entrenamiento y ejercicios conjuntos», advirtió. 

Gantz dijo por su lado tener «plena confianza en el compromiso de la administración estadounidense (…) para evitar que Irán obtenga armas nucleares». 

Las discusiones entre los países firmantes del acuerdo nuclear con Irán de 2015 se reanudaron este jueves en Viena. Ese pacto, que busca evitar que Teherán adquiera armas nucleares, que quedó moribundo tras el retiro unilateral de Estados Unidos tres años después bajo la presidencia de Donald Trump.

Washington participa en forma indirecta en la negociaciones para resucitar el acuerdo, mientras que las delegaciones de Reino Unido, China, Francia, Alemania, Irán y Rusia volvieron a encontrarse este jueves tras haberse separado la semana pasada con diferencias y acusaciones a Teherán por parte de los países occidentales de un retroceso desde la primavera boreal.

Pero tras «útiles consultas en las capitales», los representantes se reencontraron «decididos a trabajar duro» para alcanzar una solución, dijo a la prensa el coordinador de la Unión Europea (UE), Enrique Moraa, quien encabeza el proceso.

«El sentimiento de urgencia», expresión que se utiliza con frecuencia para referirse a este asunto, «es más agudo de lo habitual», insistió Mora. 

– «Negociar en serio» –

El encuentro entre los jefes de las delegaciones de las diferentes partes comenzó hacia las 11h00 GMT en el Coburg Palace, hotel de lujo de la capital austriaca, y duró poco más de una hora.

El embajador ruso Mijáil Ulianov se refirió a una «atmósfera constructiva» durante la reunión. 

Se trató del reinicio de la séptima sesión tras la ronda de negociaciones comenzadas en abril y suspendidas en junio a causa de la elección de un nuevo presidente iraní, para recién reanudarse el 29 de noviembre.

El emisario estadounidense, Rob Malley, quien participa de manera indirecta a través de los europeos, «se unirá a las negociaciones en el fin de semana» próximo, afirmó el portavoz de la diplomacia de Washington, Ned Price. 

«Deberíamos saber lo más rápido posible si los iraníes regresan para negociar de buena fe», añadió, advirtiendo que «la ventana» se está volviendo «muy, pero muy estrecha». 

Teherán, por su parte, reiteró su deseo de «negociar en serio». «El hecho de que ambas partes insistan en proseguir las conversaciones demuestra que están buscando acercar sus posiciones», comentó el negociador en jefe iraní, Ali Bagheri. 

Asimismo, el jefe de Relaciones Exteriores de la UE, Josep Borrell, habló el miércoles con su homólogo iraní, Hosein Amir Abdollahian.

De acuerdo a una fuente diplomática iraní, Borrell solicitó a su par «responder a las inquietudes concernientes al programa nuclear actual», que se ha acelerado en los últimos meses.