Semana de la Lactancia Materna: qué sucede y cómo actuar ante la frustración que causa el abandono del amamantamiento

Amamantar es una cuestión clave para la salud del bebé. Esto sucede -nada más y nada menos- desde el minuto uno de su nacimiento. En la Semana de la Lactancia el lema de la OMS este año hace foco en la importancia de ofrecer apoyo a las madres que amamantan: “Es una responsabilidad de toda la sociedad: de la familia, de los lugares de trabajo, del sistema de salud y de la comunidad”.

Es importante crear una cadena efectiva de apoyo, coordinando esfuerzos donde cada eslabón contribuya con apoyo continuo para el inicio y mantenimiento de la lactancia. Una cadena de apoyo que ayude a generar un entorno propicio para la lactancia materna. Es necesario informar, promover, apoyar, proteger y defender la lactancia con acciones que involucren a toda la sociedad en su conjunto.

Ahora bien, ¿qué pasa cuando la lactancia materna no es una opción? Según los especialistas, existen dos razones fundamentales por las cuales una mamá no amamanta: porque no es su deseo o porque se encuentra imposibilitada para hacerlo.

Es necesario saber, antes que nada, que hay ciertas situaciones en las cuales la lactancia materna está contraindicada. “Afortunadamente son muy pocas y deben ser evaluadas en cada caso particular para considerar los posibles riesgos ante los beneficios de la leche materna. Entre estas situaciones están: la infección por Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) , infección por el Virus de la Leucemia Humana de Células T (HTLV-1), Quimioterapia y radioterapia por diagnóstico de cáncer, consumo de cocaína, enfermedad psiquiátrica de la madre con riesgo hacia el bebé, y Galactosemia (enfermedad del bebé en la que el cuerpo no puede metabolizar la galactosa presente en la leche materna), así también como ciertos medicamentos como anticoagulantes, antineoplásicos, anfetaminas, entre otros”, explica Celeste Celano, jefa de Pediatría Sanatorio Modelo de Caseros.

Así como hay impedimentos para que se produzca el acto de dar la teta, la lactancia es el resultado de numerosos factores que interactúan y en ocasiones, existen variables que conllevan a una mamá a tomar la decisión de no amamantar o simplemente de interrumpir la lactancia.


“Como primera medida, la mamá debe tener en sus manos las herramientas necesarias para conocer todos los beneficios que otorga dar la teta, este acto es responsabilidad de todos los profesionales que la acompañamos durante su embarazo, alumbramiento y puerperio. Muchas veces, el “no saber cómo, cuándo, por qué” pueden generar frustración y abandono de amamantar. Pero aún así, existen otras causas que no debemos desatender: Deseo de tener un hijo, ¿realmente ese embarazo fue deseado, aceptado o llevado con amor?, ¿cómo es el apego de esa mamá con su bebé?, también podemos encontrar circunstancias en que la mamá se siente desvalorizada e incapaz de “nutrir a su hijo”, vergüenza sobre la desnudez, varios intentos que fueron demasiado objetados, o simplemente toman la decisión de no hacerlo y elijen alimentar al bebé con leche de fórmula”, plantea la pediatra.

En lo que respecta a la experiencia en consultorio de la especialista, la última causa la ve fundamentalmente (pero no excluyente) en dos extremos etarios: “Las mamás muy jóvenes (entre los 20 y los 30) y las mamás mayores de 37 años, sobre todo cuando es su primer hijo. Y en la mayoría de los casos se debe a un desapego mamá/bebé que evidencio en las consultas, lo que me genera un gran desafío a trabajar”.

Violeta Perez Bromberg, médica psiquiatra, perinatóloga y psicoterapeuta, explica a Infobae: “Muchas veces hay diferentes situaciones y circunstancias. Desde la Perinatologia siempre promovemos tanto el inicio como el sostén de las lactancias que esté promovido por el deseo de la madre ya que es una situación que implica esfuerzo y poner el cuerpo y para favorecer y fortalecer el vínculo temprano es imprescindible el deseo como motor. Muchas veces no es suficiente ya qué hay motivos físicos, psicológicos, ambientales, situacionales que pueden interferir en las lactancias”.

Y agrega: “Y hay muchos tipos de lactancias, como la lactancia mixta (pecho y formula) o en algún momento del día (cómo puede ser durante la noche en el caso de personas con alta carga laboral durante el día) La mejor es la posible y deseable para esa familia, la que puedan sostener de manera cómoda”.


Celano sostiene que “no debemos pasar por alto, como profesionales que, cualquiera sea la causa que origine el hecho de no amamantar, produce un gran sentimiento de culpa al que jamás, como profesionales, debemos juzgar”. En relación a esto, dice: “En primera instancia, debemos promover la lactancia materna, explicando en palabras simples, que es el alimento natural de nuestra especie, que tiene innumerables beneficios que son única impronta de cada mamá, y a la vez brindar un buen acompañamiento inicial. Tenemos que desarrollar la empatía, entendiendo que ese binomio es único, no es parecido a ningún otro. Lo fundamental en el rol del pediatra es avalar un buen vínculo para permitir un adecuado crecimiento del bebé, y debemos recurrir a promover el contacto piel a piel sea como fuere la forma en la que el bebé se alimente. Como pediatras, tenemos la hermosa función de sostener esa relación y poner el foco en la calidad del amor ya sea en el hecho de dar la teta o dar la mamadera”.

No es algo de hoy: a lo largo de la historia hubo diferentes momentos en que la lactancia no fue “bien vista” o acompañada por la sociedad y por lo tanto disminuyó. “Con lo que más tiene que ver que las mujeres amamanten y puedan sostener la lactancia es con el apoyo social y comunitario así como él intrafamiliar. En ese sentido es muy importante el lema de este año de la campaña: Proteger la lactancia materna: una responsabilidad compartida”, refiere Pérez Bromberg.

Y cierra: “Es importante remarcar en lo que respecta a lo especialidad que la mayoría de las medicaciones psiquiátricas son compatibles con las lactancias. Que una mujer madre que tiene un problema de salud mental y requiere tomar psicofármacos, puede tener una lactancia exclusiva si así lo desea cómo cualquier mujer”.