Bibliotecas digitales clave en la formación académica de los nuevos universitarios

La labor de los docentes universitarios se enfrenta a una serie de desafíos significativos derivados de los bajos niveles de formación en matemáticas, lectura y comprensión que presentan muchos de los ingresantes a la universidad en América Latina. Este fenómeno, lejos de ser anecdótico, se ha convertido en un obstáculo palpable para la calidad de la formación académica.

En primer lugar, la falta de preparación en matemáticas genera una brecha considerable en el desarrollo de habilidades fundamentales para diversas disciplinas universitarias. Los docentes se ven en la tarea de remediar estas deficiencias desde el principio, lo que puede ralentizar el avance del contenido programático y dificultar el desarrollo de competencias más avanzadas.

En el ámbito de la lectura y comprensión, los educadores universitarios se encuentran con estudiantes cuyas habilidades no alcanzan el nivel esperado para el aprovechamiento de la vasta cantidad de información que se presenta en la educación superior, lo que se traduce en una mayor inversión de tiempo por parte de los docentes para explicar conceptos básicos y, a su vez, puede afectar la profundización en temas más especializados.

La dispersión en el aula es otro de los retos que enfrentan los profesores, exacerbado por la heterogeneidad en los niveles de preparación de los estudiantes. Este fenómeno puede llevar a una falta de participación activa y motivación por parte de algunos alumnos, mientras que otros podrían sentirse desafiados en exceso. La atención diferenciada se vuelve imperativa, pero las limitaciones de tiempo y recursos a menudo complican esta tarea. Esta falta de nivel y la consiguiente dispersión en el aula no solo impactan la calidad de la educación, sino que también representan un desafío para la retención estudiantil y la tasa de graduación.

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Los docentes y directivos universitarios deben abordar estos problemas de manera integral, implementando estrategias pedagógicas adaptativas, programas de nivelación y fomentando el trabajo colaborativo entre instituciones educativas previas y universidades.

Las bibliotecas renacen con un nuevo rol transformador

En un pasado no tan lejano, las bibliotecas eran el epicentro de la investigación, un lugar donde los estudiantes acudían en busca de información impresa: libros, mapas, periódicos. Con el advenimiento de Internet, las consultas se volvieron cada vez más digitales y las bibliotecas adaptaron sus servicios incorporando recursos en línea y libros electrónicos. Sin embargo, la abundancia de conocimiento en la era digital ha llevado a las bibliotecas a replantearse su rol.

La competencia digital ha transformado la forma en que los estudiantes acceden a la información, desafiando la relevancia tradicional de las bibliotecas. La pregunta que surge es: ¿cómo pueden las bibliotecas no solo sobrevivir en este entorno digital, sino también destacar y agregar un valor distintivo a la experiencia educativa?

En este contexto, Diego Pasjalidis, head del programa Ticmas Academy, propone una solución visionaria: “En Ticmas desarrollamos una plataforma con academias de nivelación para ayudar a los ingresantes a las universidades a repasar, reforzar o reaprender y así transitar mejor sus primeros pasos en su nueva etapa de formación. Tengamos en cuenta que no todos los alumnos llegan con los niveles adecuados de matemáticas o física, o de lectura y comprensión de textos, por ejemplo, lo que incide en su desempeño académico y en la tasa de deserción”.

Esta plataforma de nivelación académica representa una alianza estratégica para las bibliotecas del siglo XXI al convertirse en un complemento inteligente que potencia la función de estas áreas, generando valor relevante para las Universidades.

Según el especialista, la plataforma puede revitalizar a las bibliotecas universitarias, convirtiéndolas en centros activos de aprendizaje. Ofrece contenidos de nivelación en matemáticasfísicalectura y escritura de textos académicos, y proporciona herramientas para el desarrollo de habilidades autodirigidas y la preparación para desafíos académicos futuros. “Es importante agregar que, en ocasiones, los ingresantes a las universidades pueden haber estado un tiempo alejados de los estudios por razones laborales y, en otros casos, pueden provenir de colegios con orientaciones diferentes a las elegidas como camino universitario – como ocurre con muchos de los ingresantes a carreras STEM– por lo que necesitan rever, repasar y reforzar ciertos conocimientos”, indica Pasjalidis.

Superar los actuales desafíos requiere un enfoque colaborativo entre docentes, directivos y autoridades educativas. La inversión en programas de apoyo y desarrollo estudiantil, junto con una revisión constante de los métodos de enseñanza, son cruciales para garantizar una formación universitaria de calidad en América Latina. Además, es imperativo reconocer el papel transformador de las bibliotecas en este contexto. Las bibliotecas, con su capacidad para proporcionar recursos, servicios y espacios de aprendizaje, emergen como una propuesta de valor fundamental para mejorar el desempeño académico.