Israel continúa con ataques a hospitales Gaza

Jerusalén. El único centro sanitario que atiende a pacientes de cáncer en la Franja de Gaza, controlada por el grupo islamista palestino Hamás, sufrió importantes daños materiales tras un ataque israelí.

El director del Hospital de la Amistad Turco-Palestina, Subhi Sekik, dijo en un comunicado que se trata del segundo ataque contra el centro y que ha ocasionado “grandes daños” que han afectado a su sistema electromecánico y ha puesto en peligro las vidas de los pacientes.

Este centro dejó de funcionar parcialmente hace casi dos semanas por la falta de combustible y electricidad y algunas de sus secciones como las Urgencias quedaron fuera de servicio.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf al Qudra, dijo en otro comunicado que hubo otro ataque en las proximidades del Hospital Indonesio, en el norte del enclave palestino, que causó “graves daños” materiales.

Destacó que ese ataque también ha puesto en peligro las vidas del personal sanitario, pacientes y de miles de personas desplazadas que se encontraban en su interior.

Según datos ofrecidos por Al Qudra, hay hospitales fuera de servicio en la Franja y 25 ambulancias han sido destruidas.

El Ministerio de Sanidad gazatí declaró la semana pasada el colapso del sistema sanitario en la Franja por los bombardeos israelíes y la falta de combustible. Este lunes se cumplió el vigesimocuarto día de guerra entre Israel y Hamás, iniciada por el ataque de los islamistas contra el territorio israelí que dejó 1.400 muertos, más de 5,400 heridos y más de 200 secuestrados.

En represalia, Israel bombardea desde entonces Gaza, donde desde el viernes ha ampliado sus operaciones terrestres, lo que ha causado al menos 8,306 fallecidos y 21,048 heridos.

Israel se defiende

Mientras en Ginebra, un portavoz del ejército israelí argumentó que Hamás utiliza “desde hace años” con fines militares las instalaciones del principal hospital de Gaza, el de Shifa, en respuesta a las críticas de la ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS) por bombardeos en las cercanías de esas infraestructura.

“Tenemos conocimiento de instalaciones militares de Hamás directamente debajo del hospital”, aseguró el portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes Jonathan Conricus, en una rueda de prensa telemática para la prensa acreditada ante la ONU en Ginebra.

El uso de instalaciones civiles como el hospital para fines militares debería ser condenado por la OMS, añadió el portavoz, quien agregó: “Nos preocupan los pacientes que son tratados allí, porque ese uso les pone en peligro”.

Conricus aseguró que las fuerzas israelíes mantienen su estrategia de “golpear allí donde haya un objetivo militar y donde haya presente un alto comandante de Hamás, priorizando el norte de Gaza y la capital”.

Respecto a las críticas de las organizaciones humanitarias por no permitir la entrada de combustible en Gaza, el portavoz aseguró que “Hamás almacena combustible y agua para sus propios propósitos, y es la que niega que haya un flujo de suministros humanitarios”.

El portavoz señaló que, en este sentido, Hamás utiliza ese combustible para alimentar el suministro eléctrico y la ventilación de los túneles subterráneos con los que opera en Gaza con el fin de ocultarse de las fuerzas israelíes. “La guerra continuará hasta que podamos desmantelar a Hamás”, dijo.

EE. UU. prefiere no poner “etiquetas”

Washington. Estados Unidos rechazó poner “etiquetas” a la ofensiva israelí en Gaza y al avance de las tropas de ese país dentro de la Franja y se limitó a decir que se está “incrementando la presión” sobre el liderazgo de Hamás.

“No vamos a poner etiquetas desde un podio aquí. Ellos (los israelíes) pueden hablar y lo han hecho. Según todos los indicios, parece que lo que están haciendo es intentar poner mucha más presión sobre los líderes de Hamás”, dijo el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, preguntado en una conferencia de prensa sobre si Washington lo considera una invasión.

Kirby sí apuntó que aplicar presión contra el liderazgo de una organización como Hamás “es más fácil con soldados que desde el aire”.

“Eso es lo que (los israelíes) han dicho que están haciendo”, añadió.

El asesor presidencial admitió no obstante que aunque se puede “decapitar una organización terrorista, diezmar sus capacidades y hacer que sea mucho menos efectiva”, “probablemente nunca puedes acabar con la ideología”. Kirby reiteró que Washington no es partidario de un alto el fuego en Gaza porque considera que este solo beneficiaría a Hamás.