¿Es malo comer alimentos enlatados?

Los alimentos en lata no solo son una forma de conservar ciertos ingredientes de manera óptima, sino que además se han convertido en una alternativa simple y rápida para ingerir ciertos productos que algunas personas no suelen adquirir frescos, como es el caso del atún, ciertos moluscos, las sardinas, etc.

Pero la gran pregunta es: ¿es malo comer alimentos enlatados? ¿Con cuánta frecuencia podemos ingerirlos? ¿Nos ofrecen buenos aportes nutricionales?

El proceso de enlatado y conservación de los alimentos puede alterar las propiedades del mismo, esto en algunos casos se traduce en un mayor aporte de nutrientes como, por ejemplo, el omega 3 en el caso de los pescados, pero al mismo tiempo reduce la presencia de vitaminas y nutrientes que sí obtendríamos al comer ese alimento fresco.

Cuando se trata de frutas enlatadas, las mismas suelen venir acompañadas de almíbares lo que incrementa la presencia de azúcar en las mismas, convirtiéndolas en una opción que no resulta muy saludable y que tampoco es apta para todos.

Si se opta por alimentos preparados en lata estos aportan grandes cantidades de sal, azúcar y calorías, por lo que no es recomendable abusar de estas opciones.

Los alimentos enlatados cuentan con un mayor nivel de minerales, especialmente de sodio al emplear la sal como conservante.

Ingeridos en exceso podrían aumentar nuestra tensión arterial, lo que puede conllevar a problemas cardíacos y a una mayor retención de líquidos. Los enlatados bajos en sodio son la respuesta a este problema.

Una de las ventajas de los pescados y moluscos enlatados es que su contenido de omega 3 suele ser mayor que en los productos frescos.

Estos se deben a que se añade aceite a la conservación, lo que potencia la presencia de estos ácidos grasos esenciales. Sin embargo, no hay que olvidar que esto es igual a más grasa, más colesterol y más calorías, lo que no es indicado para todo el mundo. Si quieres evitar tanta grasa deberás optar por productos sin aceite.