Rubén Blades y el ‘echavaineo’ de un clásico de 75 años

Con 75 años en las costillas, Rubén Blades, El Poeta de la Salsa, sigue cantando en el mismo tono de siempre, con la misma sobriedad de siempre, tan clásico como siempre. Su Salsaswing tour, el viernes, fue la más clara declaración de continuidad que se pueda ofrecer: su música va por otros cauces.

Lástima de concierto donde no había salseros dominicanos en el público. Eso sí: Maridalia, Jannina Rosado, Chocolate, Roger Zayas, Henry Jiménez, Eugenio Pérez, Luisín Mejía, Faride Raful, Alfreco Pacheco, Luisín Mejía, Christian Jiménez, Raymundo Ortiz, Betty Gerónimo, y hasta Dotol Nastra, transfugado a la salsa, asistieron, entre otras personalidades a ver al panameño, diez años después.

El público era bueno y salsero y colmó el Pabellón de Voleibol, un sitio de muy difícil sonorización. Y siendo tan puntual como serio, comenzó a la hora convenida con Plástico, y la compañía de la Big Band de Roberto Delgado. El público lo recibió con ovación y baile.

Con La palomilla y Tú y tu guarapo, se mantuvo calentando motores en primera. La segunda la puso con Decisiones, con el coro popular y la gente en baile.

Las crónicas

Con País Portátil, Las calles, Te están buscando, Ojos de perro azul, cronicó lo que sucede en todos los barrios y todos los amores y todas las injusticias de Latinoamérica. Eso, desde varias décadas atrás que los dembowseros hicieran esta supuesta crónica obscena y deshonesta de los barrios. Por ejemplo, en el tema En esa casa, muestra desnuda la violencia doméstica y los feminicidios, acompañado de escenas de los 70, para un fenómeno que lejos de ser erradicado, parece crecer.

Cuentas del alma, y otro clásico ya con la tercera puesta: Amor y control. Y ya casi nunca el público estuvo sentado.

En Todos vuelven incluyó fotos de artistas ya idos, como el cubano Adalberto Alvarez, autor de A Bayamo en coche, Tito Puentes, Larry Harlow, Celia Cruz, entre otros. Y también dominicanos: Cheche Abréu, Anthony Ríos, Luisito Martí, Joseito Mateo, Johnny Ventura… con cuya imagen el público se puso de pie en ovación y a quien agradeció haber sido el primero que lo trajo al país. Luego la Big band hizo sola Mambo gil.

De Ray Barreto Canto Abakuá, “que de abakuá no tenía nada, por eso ahora se llama Canto niche”, dijo.
Paula C, Ya no me duele y Watch what happens -donde habló de Tony Bennet-; y llegó uno de los momentos más altos de la noche con El Cantante, homenaje a su amigo Héctor Lavoe.

El final, salsa arriba, dejó al público satisfecho

La coda final del concierto comenzó con Ligia Elena (y eso fue baile y baile y baile) y Maestra vida, ese tema que se convirtió en la primera ópera salsa original de la historia, la que dedicó a John Fausty, ingeniero de sonido de Siembra, fallecido ese mismo día.

Y Pedro Navaja, que como se sabe es el clásico de los clásicos del género.
El adiós fue con Patria.

Durante el concierto reconoció sus 75 años y sus capacidades intactas.