La Cenicienta una historia clásica escrita hace muy poco

El fin de semana el musical va a escena por última vez, en producción de Cecilia García y dirección de Carlos Espinal

La Cenicienta es uno de los cuentos clásicos cuyo origen real se pierde en los anales. La Gran Ruta de la Seda, según se ha establecido fue la que propició que la historia original llegara desde la China, donde pasó de boca en boca allá por el siglo VIII o IX Antes de Cristo, hasta la Europa de entonces, y llegara hasta nuestros días.

Esta es una Cenicienta dominicana no por su esencia que no lo es ni puede serlo, sino porque su dramaturgia se debe al talento enorme de Frank Ceara, quien recreó personajes, quitó aquí, puso allá y permitió que -por ejemplo- el Lugarteniente del Rey (Miguel Lendor “Papachín”), se convirtiera en el eje de la historia, interpretado por Raeldo López, que también puso algo de su propia personalidad lúdica e histriónica.

Cecilia García es la Madrastra, un personaje del que ella se adueña desde la última hebra de cabello hasta la suela de los zapatos. Pero también están el Hada Madrina que es Luz García; Hony Estrella, la reina; Ana Rivas y Carolina Rivas son las hermanastras Drizella y Anastasia; Sócrates Montás (el Duque); y Ángela Bernal (madre de La Cenicienta). Y claro: Gabriela Gómez como Cenicienta y Juanma García, El Príncipe.

La puesta en escena propicia trabajo directamente para más de 50 personas contratadas por la producción, además de contenido de trabajo para casi todo el personal del Teatro Nacional. Eso sin contar lo que mueve extrateatro, desde antes cuando comienza la lectura, los ensayos (con el alquiler de salones), hasta durante y después de la obra (servicios de catering, transporte, incluidos taxis), así mismo el pago de los concebidos impuestos. En fin, esto es lo que realmente se llama economía de la cultura, industrias culturales, industrias naranja: poner a mover la economía desde las manifestaciones artísticas tradicionales.

Creaciones
La escenografía, el diseño de vestuario y luces de manera impecable de Marcos Malespín. La música original es de Pengbian Sang y de su hijo Su-Chan Sang.

Feminismo
Es una historia sobre el trabajo doméstico, la violencia que sufrían, la opresión de la servidumbre y la amistad y los sueños de las mujeres, que transmitieron de generación en generación el cuento.