La crisis de Haití vuelve hoy al Consejo de Seguridad de la ONU

La República Dominicana volverá a llevar este miércoles a la comunidad internacional la «necesidad» de una fuerza robusta en Haití para poner fin a la violencia desatada por las bandas armadas, mientras se consolida la ayuda a la capacitación de la Policía Nacional de Haití.

Roberto Álvarez, canciller dominicano, participará en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para dar continuidad a la resolución 2645 que renueva la permanencia de la Oficina Integrada de la ONU en Haití (Binuh, en francés).

El planteamiento de la República Dominicana es lo solicitado por el primer ministro haitiano, Ariel Henry, cuando las bandas mantenían bloqueado el acceso a la principal terminal de combustible, lo que agravó la situación humanitaria por la parálisis de los servicios básicos.

Y como si fuera poco, fue en ese momento cuando la enfermedad del cólera resurgió en el país más pobre del hemisferio, recordando el terrible brote de 2010 que se atribuye ser introducido por las fuerzas para el mantenimiento de la paz de la ONU.

«Se espera que Álvarez llame la atención ante la grave situación humanitaria y de inseguridad que se vive en Haití y que mantiene a gran parte de la población encerrada en sus hogares sin poder acceder a servicios básicos», señaló la Cancillería dominicana en un comunicado.

La solicitud de un despliegue inmediato de una fuerza armada también fue respaldada por el secretario general de la ONUAntónio Guterres, quien recomendó al Consejo de Seguridad que la misión esté compuesta por varios países.

En un informe la organización international Crisis Group recomendó que cualquier misión extranjera en Haití deberá contar con personal suficiente y debidamente equipado, así como con una sólida planificación operativa.

«Un plan integral de ayuda internacional también debe incluir una serie de otras medidas para abordar las décadas de malestar e inestabilidad institucional de Haití», agregó la ONG.

Para que cualquier misión tenga la esperanza de poner en vereda a las pandillas, las fuerzas políticas haitianas y los grupos de la sociedad civil deben, como cuestión prioritaria, fomentar un amplio respaldo y garantizar que tenga la legitimidad para respaldar operaciones difíciles en terreno hostil, agregó.

International Crisis Group consideró que es «comprensible» que tantos haitianos y los socios internacionales duden para el establecimiento de una misión extranjera.

Haití aún espera

El primer ministro haitiano, Ariel Henry, espera que en un futuro cercano una fuerza multinacionalllegue al país para apoyar a la Policía Nacional en llevar seguridad a la población ante las actividades de las bandas armadas.

«Agradezco al secretario general (António Guterres) de la ONU por trasladar al Consejo de Seguridadnuestra solicitud de asistencia de una fuerza especializada para acompañar a nuestra Policía Nacional», escribió Henry en un tuit.

El político habló el pasado lunes en un encuentro por motivo de fin del año 2022 que tuvo con el cuerpo diplomático acreditado en Haití y representantes de organismos internacionales. Henry está en el poder desde el asesinato del entonces presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.

Ariel Henry ha realizado varios llamamientos para un compromiso con las fuerzas vivas de la nación para realizar elecciones, aunque señaló que es necesario que haya un entorno de seguridad esencial para «el buen desarrollo del proceso electoral».

«Tenemos la voluntad y la firme determinación de hacer del 2023 el año de las elecciones, lo que nos permitirá restaurar nuestras instituciones democráticas y devolver el liderazgo del país a funcionarios elegidos libremente por el pueblo haitiano», se comprometió Ariel Henry.

Por lo que pidió, a quienes creen en los valores democráticos, para que se sumen a este compromiso nacional que conduzcan hacia una transferencia de poder a los funcionarios electos en los diferentes niveles del Estado.