El Querétaro deberá jugar un año sin público local y sus dueños tendrán que vender

México | AFP | El Querétaro, de la Liga profesional del fútbol mexicano, deberá jugar un año sin público como local y sus dueños tendrán que vender la franquicia como castigo por la violencia que se desató en su estadio el sábado pasado.

La asamblea de dueños de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) anunció las sanciones este martes, horas después de que la Fiscalía reportara la captura de diez hombres presuntamente involucrados en la batalla campal que dejó 26 heridos y obligó a suspender el partido contra el actual campeón, Atlas. 

«Sanción de un año a puerta cerrada para todos los partidos que juegue como local, independientemente de la sede en que los lleve a cabo», anunció en rueda de prensa Yon de Luisa, presidente de la FMF.

Además, la actual directiva del club fue inhabilitada por cinco años, mientras los propietarios deberán vender la franquicia en un año.

Los derechos de afiliación del equipo pertenecen a la empresa Solaz Deportes y Entretenimiento, constituida en 2019 por el acaudalado empresario Jorge Alberto Hank Inzunza y la firma Capitales de la Frontera Norte, enfocada en negocios de apuestas y espectáculos, según el Registro Público del Comercio.

La FMF también multó a los ‘Gallos Blancos’ con 1,5 millones de pesos (unos 70.200 dólares) y prohibió que sus barras organizadas acudan a los estadios por tres años como locales y un año como visitantes.

El equipo podrá jugar en otro estado del país, pero si decide hacerlo en casa deberá montar un cerco de seguridad de 3 kilómetros a la redonda. 

Las barras del Atlas, en tanto, también fueron castigadas con la prohibición de asistir al estadio como visitantes durante seis meses. Los directivos otorgaron al vigente campeón los tres puntos del encuentro que ganaba 1-0 cuando se desató la gresca. Se le adjudicó un marcador de 0-3.

Tras los disturbios fue suspendida la fecha del pasado fin de semana, mientras el técnico del Querétaro, el argentino Hernán Cristante, denunció amenazas de muerte contra sus jugadores.

Primeras capturas  

Este martes temprano, la Fiscalía de Querétaro informó en un comunicado que diez hombres fueron detenidos bajo cargos de «homicidio en grado de tentativa, violencia en espectáculos deportivos y apología del delito» por las agresiones.

La noche del lunes, un juez había emitido 26 órdenes de captura luego de que fueron identificados los presuntos responsables de la riña.

A los aprehendidos se les decomisaron 82 prendas deportivas con insignias del equipo de Querétaro, cuatro pares de zapatos deportivos -algunos con aparentes manchas de sangre-, 22 teléfonos celulares y otros objetos.

La fiscalía recibió 583 imágenes, 78 videos y más de mil mensajes con información y denuncias para identificar a los hinchas violentos, además de que se analizó el material de las cámaras de vigilancia del estadio.

Al momento de los incidentes, en el estadio había unas 14.000 personas y el dispositivo de seguridad estaba a cargo de una firma privada.

En la asamblea de dueños se señalaron omisiones del equipo de seguridad para contener a los agresores.

Violencia inusual  

El estadio La Corregidora, de la central ciudad de Querétaro, fue escenario de una violencia pocas veces vista en el fútbol de México, una de las sedes del Mundial de 2026 junto con Estados Unidos y Canadá.

Los incidentes estallaron hacia el minuto 63 del partido, cuando un grupo de aficionados del equipo local se lanzó en las tribunas contra la barra visitante.

Los enfrentamientos se desbordaron al campo y obligaron a suspender el juego. El saldo de la trifulca fue de 26 lesionados que tuvieron que ser hospitalizados, algunos de gravedad. El lunes, 19 ya habían recibido el alta.

Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, dijo de su lado que quienes sean hallados responsables de estos hechos tendrán prohibido «de por vida» ingresar a cualquier estadio del fútbol mexicano.

La FIFA se declaró «conmocionada por el trágico incidente» y pidió castigo para los culpables.

Estos hechos de violencia son los más graves desde el 26 de mayo de 1985, cuando se produjo un tumulto en el estadio Olímpico Universitario tras la final capitalina entre Pumas y América. Ocho personas murieron asfixiadas, entre ellas tres menores.

En los últimos años se han producido algunas peleas dentro de los escenarios deportivos que en ocasiones han terminado en las calles, pero sin víctimas mortales.

El 20 de agosto de 2011, cuando jugaban Santos y Morelia, se vivieron momentos de terror en el Corona de Torreón (norte) cuando en pleno partido se escucharon detonaciones de criminales que se enfrentaban en los exteriores del estadio. 

En el Querétaro juegan futbolistas extranjeros como el portero uruguayo Washington Aguerre, el volante ecuatoriano Jefferson Montero y el delantero argentino Leonardo Sequeira.