Fundación Dream Big: transforma vidas a través del deporte y la educación
Desde su creación, la Fundación ha facilitado que más de 300 jóvenes se gradúen como profesionales
La Fundación Dream Big nació en el país con una poderosa motivación: ofrecer una segunda oportunidad a jóvenes talentosos en el deporte que, por diversas circunstancias, no tenían la oportunidad de ingresar a estudios de educación superior.
Antes de conocer el proyecto, los muchachos, con edades entre los 14 a los 25 años provenientes de diferentes provincias del país, veían cómo sus sueños se desvanecían. Hasta que encontraron en la Fundación una plataforma multifacética como una puerta de entrada a la capacitación y de ingreso a diversas disciplinas deportivas, desde béisbol hasta baloncesto, fútbol, atletismo y más.
Desde su creación, la Fundación ha evolucionado significativamente. Ha facilitado que unos 300 jóvenes se gradúen como profesionales. Tal es el caso de Diogen Ceballos, oriundo de La Vega, quien relata que llegó a la Fundación en un momento difícil, cuando aun este proyecto no operaba en el país, sino en Estados Unidos.
“Fui atacado y criticado. Había gente que, creyendo que te ayudaban, en realidad estaban maltratando mis sueños y la forma en que pensaba, sin saber lo que realmente estaba pasando”, expresó Ceballos, que a través de este proyecto logró llegar a la Universidad Southwestern Christian, graduarse, ganar premios y ser reconocido.
“Mi familia y yo lloramos y sufrimos, pero como familia decidimos creer y apoyarnos mutuamente”, recuerda.
Actualmente, la Fundación colabora con más de 70 universidades en Estados Unidos, permitiendo que muchos jóvenes superen las barreras económicas y geográficas para acceder a una educación de calidad y un futuro lleno de posibilidades.
El proceso de selección es riguroso y personalizado. “Se evalúan tanto el rendimiento deportivo como el académico de los jóvenes. A través de pruebas, videos, calificaciones y exámenes estandarizados, se analiza su potencial”, comenta Johan Ramírez, fundador del capítulo dominicano. Además, se realizan entrevistas con los jóvenes y sus familias, y se consideran las recomendaciones de entrenadores y profesores.
La obtención de una beca en una universidad estadounidense no se basa únicamente en el talento deportivo. Se consideran varios factores, como el dominio del inglés, crucial para la integración y el rendimiento académico en el extranjero.
“Además, se evalúa la actitud del atleta, su preparación general y el apoyo familiar, para garantizar que el joven esté listo para enfrentar los desafíos de su nueva vida universitaria”, argumentó Ramírez.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la Fundación es la creciente lista de espera de jóvenes interesados en el programa. Para abordarlo, ha enfocado sus esfuerzos en atraer a más universidades al programa. “El talento y los logros de los atletas han sido clave para despertar el interés de más instituciones, y ampliar así las oportunidades disponibles para los jóvenes”, explica Johan.
Dream Big depende del apoyo de personas y empresas para cumplir su misión. Las contribuciones financieras, donaciones en especie, patrocinio de eventos y la promoción de la misión a través de redes sociales son algunas de las formas en las que cualquiera puede involucrarse.
Después de casi 14 años al frente de la Fundación, Ramírez reflexiona sobre su mayor satisfacción. Recuerda momentos especiales, como la primera vez que uno de sus estudiantes recibió una beca completa en Baruch College, en Nueva York, un evento que marcó el comienzo de una nueva era para el proyecto.
Oportunidades para los más jóvenes
Johan mira hacia el futuro con optimismo, convencido de que, con el apoyo continuo, Dream Big seguirá creciendo y ofrecerá oportunidades a más jóvenes. Lo que comenzó como una iniciativa para ayudar a peloteros en República Dominicana se ha expandido para incluir a jóvenes de diversas disciplinas deportivas y a un grupo más amplio que incluye también a niñas. Con cada nueva oportunidad, la Fundación no solo está transformando vidas individuales, sino que también construye un futuro más brillante para las comunidades a las que sirve.