Héroes que nacen y mueren con las tragedias

Santo Domingo Oeste fue uno de los municipios más golpeados por las lluvias

El sábado 18 de noviembre la República Dominicana vivió uno de los momentos más trágicos de su historia tras la caída de más de 434 milímetros de lluvias por causa de una vaguada, que dejó como resultados 21 muertos y un sinnúmero de desaparecidos al día de hoy.

Uno de los municipios más afectados fue Santo Domingo Oeste donde, según el alcalde José Andújar, se han registrado 14 decesos y 3,500 viviendas afectadas a causa de este fenómeno natural.

Ejemplo de esto fue el dolor y destrucción que se vivió en la calle Blasina Campusano, del sector de Manoguayabo, tras la muerte de tres personas, que resultaron ahogadas debido al derrumbe de una pared, que tenía la función de muro de contención de una cañada.

Lo que antes eran hogares llenos de felicidad donde sus vecinos iban y podían encontrar una mano amiga, un oído para escucharlos y una voz para defenderlos, hoy en día solo son casas llenas de llanto, dolor y destrucción, tras la desolación que dejaron las lluvias del fin de semana.

Tras lo que comenzó como una leve inundación en la calle Blasina Campusano, se convirtió en cuestión de minutos en una catástrofe que dejó bajo agua las casas de dos y tres niveles de Jorge Alberto del Pozo y de Nicolás Vidal de Jesús, que fallecieron mientras intentaban salvar a sus familias.

Jorge del Pozo, de 60 años, mejor conocido como “Negro” tenía dos horas de haber llegado del hospital a su casa junto a su esposa, Irene Sánchez, la cual estaba tomando quimioterapias a causa de un cáncer de colon que afecta su cuerpo.

Esta pareja que vivió en esta calle por más de 30 años, llegó a su casa para refugiarse de las lluvias y para acatar las órdenes de las autoridades de no desplazarse, sin saber que la muerte los estaba asediando.

Del Pozo luego de creer que había dejado a salvo a su esposa en su casa junto a sus nietos, procedió a tratar de salvaguardar sus vehículos, una camioneta y un camión y fue en ese momento cuando ocurrió el fatídico desplome de la pared.

Ese fue el último momento en que sus vecinos lo vieron. Sin embargo, como pudo logró llegar nadando donde estaba su familia, acción que le permitió llevar a su esposa y nietos a la azotea de la casa de dos niveles, de donde pidieron ayuda a sus vecinos.

“De azotea en azotea llevamos a las vecinas y a los niños que pedían ayuda, hasta llegar a la casa de otra vecina cuya vivienda no se había llenado de agua, porque las autoridades nunca llegaron”, aseguró un joven residente de esta calle inundada.

“Negro”, al saber que sus seres queridos estaban a salvo regresó para tratar de salvar algunos de sus ajuares y fue en ese momento cuando la familia cree que recibió un golpe, que lo dejó inconsciente y se ahogó.

Expresó que en un inicio los comunitarios pensaron que él se encontraba dentro de su camión, debido a que fue el último lugar donde lo vieron, por lo que iniciaron la búsqueda por ahí, sin embargo lo encontraron en la terraza, en la parte de atrás de la casa, ya sin vida.

Otra historia que llena de tristeza esta zona de Manoguayabo es la de Nicolás Vidal de Jesús y su madre, la señora Elsida Reyes, quienes también murieron justo en la casa de al lado de Jorge del Pozo. En la casa del señor Vidal al momento de la tragedia estaban su esposa y sus hijas, quienes clamaban de manera angustiosa por ayuda al ver la fatídica inundación que las arropaba y fue en ese momento cuando los vecinos fueron a socorrerlas.

Tras una lucha constante por rescatarlas lograron sacarlas. No obstante, Nicolás Vidal al saber que su madre estaba en la habitación no quiso salir junto a su esposa e hijas y fue en busca de su progenitora más no logró salir con vida de allí.

La hija uno de los fallecidos, Jeorgina Del Pozo declaró a elCaribe que los vecinos tuvieron que esperar que el agua bajara los niveles de elevación para poder comenzar la búsqueda que su padre.

Denuncia

Durante la visita de la prensa los vecinos denunciaron que la pared que se cayó, los fenecidos junto a otros residentes, habían reportado en varias ocasiones a la alcaldía de Santo Domingo Oeste que la construcción de ese muro de contención obstruía el curso natural de la cañada y que eso podía acarrear una tragedia.

Estas declaraciones fueron ofrecidas por la pastora Rosaura Rodríguez, quien asegura que el muro lo construyeron los ingenieros que edificaron el residencial que está al lado de donde ocurrió la desgracia.

La religiosa afirmó que construyeron ese muro sin un estudio de suelo, porque ese suelo es pantanoso debido a la cañada, explicó que en ningún momento quisieron escuchar las quejas que se hicieron en contra de la construcción del residencial, por el cual levantaron la pared.

“Dónde están los estudios del suelo, dónde están las responsabilidades, ese muro de contención fue improvisado, la ingeniería no detiene el agua pero la planificación prevé muertes y eso era lo que queríamos evitar que sucediera”, concluyó.