El PRM ha reaccionado a la alianza de la FP, PLD y PRD, el golpe político más importante que han recibido el PRM y el presidente Luis Abinader desde que asumieron el poder hace más de tres años. La primera reacción fue pasiva, solo con voceros en redes sociales que tienen como encargo satanizar todo lo vinculado a Leonel Fernández y a la FP, más que a la alianza o el PRD y el PLD.

El segundo tiro vino del presidente del PRM, José Ignacio Paliza, que el fin de semana dijo: “Los iguales se juntan” o que el acuerdo es una muestra de debilidad. También están sumando actores “independientes” para criticar la alianza. El golpe más fuerte al acuerdo fue ayer, vino a través de la antigua casa de los hoy perremeístas, al PRD.

Renunciaron tres figuras de las más relevantes que le quedaban al PRD, Fiquito Vásquez, Julio Maríñez y Junior Santos. Cada uno de esos actores tiene su historia en el hecho de mayor relevancia para el sisma del PRD en 2013, el juicio contra Hipólito Mejía y Andrés Bautista para expulsarlos del partido blanco.

El juez que emitió la sentencia fue Fiquito, y Mariñez, el presidente del Comité de disciplina de aquel histórico acontecimiento al estilo del PRD de aquellos años. Como efecto del juicio y la salida en masa de la dirigencia, Junior Santos salió premiado con la secretaría general.

Tras la salida del PRD del gobierno junto con el PLD, Santos, Fiquito y Maríñez, encabezan el ala disidente contra Miguel Vargas. En la pasada convención para elegir las autoridades se sabe que corrió el dinero para engrosar ese grupo con el objetivo de destronar a Vargas, asumir el control del PRD y en lugar de una alianza con el PLD y la FP, el partido del jacho fuera conducido a un entendimiento con el PRM.

La salida de ese grupo de dirigentes del PRD era bien conocida, lo que no se había producido era de manera formal, porque en los hechos hace tiempo que operaba para favorecer al partido de gobierno. Hay que reconocer que mantener al grupo en actitud pasiva para que su salida fuera estratégica, fue buena decisión, pues ese as bajo la manga golpeó a la alianza opositora.