Las reservas sí tienen nombres

El concepto de reservas de candidaturas tiene un doble significado, lo cual genera confusión, incluso en los propios partidos. Hay dos tipos de reservas: las que se hacen para que las cúpulas de los partidos definan a los candidatos o candidatas y las que se establecen para fines de alianzas con otras organizaciones. En lo que respecta a las reservas de candidaturas que se hacen para las direcciones de los partidos, hay un tope de un 20 por ciento. Para el otro tipo de reservas, no hay límite. En el caso de la primera modalidad, aunque las direcciones de los partidos suelen decir que las candidaturas reservadas no tienen nombres, es decir, no tienen destinatarios específicos, en la práctica eso no es del todo cierto. Normalmente, la cúpula decide reservarse candidaturas a puestos electivos para los miembros del partido que en ese momento están ejerciendo esos cargos, como una especie de reconocimiento a la labor realizada, y porque saben que casi siempre es más fácil retener un puesto electivo que ganarlo como “retador”. En el pasado, se usaban mucho las reservas para notables que no podían ganar un proceso interno, y para las elecciones se les asignaban número ganables en las listas, algo que ahora no es posible porque, independientemente de las cualidades profesionales e intelectuales, el voto preferencial obliga a que todos se fajen, en el terreno.

El caso Carolina

Pocas veces ocurre que una candidatura se reserve para alguna figura y esta decline asumirla. Es lo que ha ocurrido en el caso de la nominación a la Alcaldía del Distrito Nacional por el PRM. Aunque no se haya dicho, es evidente que el PRM decidió reservarse la candidatura para que repita Carolina Mejía, no solo porque es la incumbente, sino porque tiene unos niveles de aceptación que le permitirían repetir con facilidad. Pero la también secretaria general del partido oficialista no está por buscar un segundo periodo, lo que ha motivado a que varios dirigentes se animen a oficializar sus aspiraciones. Aunque algunos sonaron y luego enmudecieron, hay cuatro que tienen proyectos serios. Son ellos, en orden de aparición en el escenario, Neney Cabrera, Aníbal Díaz, Alberto Atallah y Orlando Jorge Villegas.