Preso por caso de La Guáyiga usa identidad de un niño que falleció en 2004

José Alfredo Ventura Tupete, alias El Mocho o El Inválido, quien guarda medida de coerción por el asesinato de la pareja en La Guáyiga, en calidad de “cómplice”, utiliza la identidad de un niño que falleció de un año de edad en 2004, en Santiago.  

La información fue confirmada a Diario Libre por una fuente de entero crédito, quien indicó que el nombre de pila de El Mocho es Yorgi Antonio Díaz Barreras. 

Este nombre se dio a conocer en el expediente acusatorio del Ministerio Público en torno al actual caso que se le imputa, tras las declaraciones del mismo imputado.

Tras las investigaciones a fondo sobre ambas identidades, las autoridades se percataron de que el nombre José Alfredo Ventura Tupete le pertenecía a un niño que había fallecido en circunstancias no identificadas.

En el año 2004, Yorgi supuestamente participó en robo agravado a una estación de combustible en la provincia de San Cristóbal, donde resultó una persona muerta.

Para evadir la justicia, supuestamente fingió su muerte y buscó ayuda en una institución de Santiago, donde le facilitaron la identidad del infante. Según la fuente, Yorgi debía cumplir una condena de 30 años por lo ocurrido en San Cristóbal.

La fuente manifestó que en la Junta Central Electoral figuran ambas identidades, por lo que trabajarán en conjunto con el Ministerio Público para las investigaciones. 

Eddy Rafael estaba hospedado en la habitación No. 1 del referido establecimiento desde el 2 de enero y la habitación No. 2, donde ocurrió el crimen, fue alquilada por Méndez Mojica, indicó Tupete.

Para Ventura Tupete, Ortiz y Méndez Mojica son los cabecillas de la red, porque eran quienes supuestamente lo convidaron a ser parte de la estructura y eran quienes aportaban la logística para los gastos, «pero mi interés era venderle la propiedad”.

Según la confesión de Ventura Tupete, él no participó en el ocultamiento de evidencias como lo acusó el Ministerio Público en el primer expediente, pero sí encubrió el asesinato.

Luego de ser interrogado el dueño del hotel quedó bajo arresto y actualmente cumple 12 meses de prisión como medida de coerción, mientras el Ministerio Público investiga su versión.