Reportan escasez de medicamentos para déficit de atención

Desde hace meses, los pacientes diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) viven la angustia de no saber si encontrarán disponibilidad en las farmacias de clorhidrato de metilfenidato (en cualquiera de sus nombres comerciales), sustancia que necesitan para concentrarse y realizar sus tareas del día a día. 

Diario Libre consultó al doctor Julio Chestaro, presidente de la Sociedad de Psiquiatría, quien confirmó que “los metilfenidatos pasan por momentos de escasez”.

Problemas de patente

Al indagar en la empresa Sued & Fargesa, distribuidora en el país de los nombres comerciales Concerta y Tradea, Vicente Soto, del departamento de Ventas, explicó que se trata de una escasez global en la producción de esa molécula.

Nosotros ponemos la orden y no llegan. Ahora mismo no tenemos pero no depende de nosotros. Es esa molécula en específico”, reconoció.

De acuerdo con Soto, “los médicos, al darse cuenta del faltante de Concerta, (fabricado por el Laboratorio Janssen) empezaron a cambiar por los sustitutos que había en el mercado. Hace tres semanas todavía teníamos Tradea”, detalló.

Vicente reconoció que esta “ruptura de inventario”, causada por falta de suministro de Janssen, afecta a los pacientes.

Nadie quiere que su hijo se quede sin sus medicamentos”, comentó.

Pasados los 10 años de comercialización de un medicamento, se acaba la patente y todos los laboratorios pueden fabricarlo en genérico. Esto supone una baja de precios por haber mayor oferta, pero también, una reducción en ventas del producto original, normalmente, llevando a los laboratorios a invertir menos en ese producto.

Esto sería el principal motor que llevó a Janssen a ralentizar la producción de Concerta, ya que el laboratorio había anunciado que a partir del 13 de enero de 2023 suspendería la producción de los genéricos que utilizaran el sistema de administración oral de liberación osmótica (OROS), consistente en una liberación prolongada durante 24 horas, que actúa como una bomba osmótica liberando la molécula a través de un orificio practicado al comprimido por tecnología láser.

Otros factores enunciados y que contribuyeron a la falta de disponibilidad de estos medicamentos es que durante la pandemia por COVID-19 se incrementaron las consultas psiquiátricas y con ellas, la cantidad de recetas que superó la existencia en almacén de los metilfenidatos.

Cabe destacar que estos medicamentos para tratar el déficit de atención e hiperactividad, dependiendo el laboratorio y la concentración en miligramos, oscilan entre los dos mil y los ocho mil pesos, en presentación de 30 pastillas.

Seguir el tratamiento

El doctor Chestaro explicó que es importante para el paciente no interrumpir su tratamiento.

Si es para un TDAH, muy pronto los síntomas de la desatención y/o hiperactividad reaparecen. Puede volver a tener problemas escolares y de interacción con las personas, así como un mayor riesgo de tener accidentes”, precisó el galeno.

También es común presentar dificultad para dormir (insomnio) o sueño excesivo (hipersomnia); sentimientos de fatiga; sueños desagradables y muy vívidos; aumento significativo del apetito; agitación psicomotora (nerviosismo, movimientos rápidos) o retraso psicomotor (reflejos lentos, moverse como si estuviera en cámara lenta), que tal como explicó el doctor Chestaro, pueden incidir en la ocurrencia de algún tipo de accidente.

Medicinas caras y duda de que haya en farmacia

Joan, quien desde hace un año recibe prescripción de su psiquiatra para consumir Medikinet, se mostró preocupado por la incertidumbre que ha vivido recientemente para conseguir sus medicamentos para su déficit de atención.

Después de tener varios días llamando a diferentes farmacias, el joven comentó que debía dirigirse con mucha premura hacia el consultorio de su médico a buscar una receta para poder comprar la única caja que encontró, aunque era una presentación diferente a la habitual.

Tú no sabes si cuando vayas a la farmacia va a haber o cómo vas a reaccionar en caso de que consigas un medicamento sustituto”, señaló.

Una madre, que prefirió no ser identificada, comentó que a su hija le recetaron Concerta de 54 mg, cuya caja cuesta 7,800 pesos y al no haber en existencia, le cambiaron la dosis por dos de 27 mg, duplicando los costos, ya que estas se venden por 6,900 pesos cada caja de 30 comprimidos.

La consulta al psiquiatra son 4,000 pesos. Hay que pagar 2,000 si tienes que ir a hacer el cambio de receta y pagar casi 16 mil pesos en medicamentos por dos cajas de un producto, que, de hecho, ya era caro”, comentó.

La señora dice que a esto se suma que el efecto de las dos pastillas por separado no está dando el mismo resultado que cuando era una sola toma.

Tienes un incremento monetario, y encima, no tienes la garantía de que vas a estar bien”, destacó.

Reabastecimiento

Indagando con otros distribuidores, Altagracia Martínez, a nombre de la empresa Luis E. Betances, aseguró que justo antes del asueto por Semana Santa llegó un nuevo pedido de Medikinet, “en todas las presentaciones, menos la de 5 mg”.

Esta información también la maneja el doctor Chestaro, quien ya tenía conocimiento de que, a partir de la semana próxima, las principales cadenas de farmacia tendrán disponibilidad de este medicamento controlado.

Otro medicamento mundialmente famoso para TDAH es el Adderall, pero el psiquiatra aclaró que este nunca se ha comercializado en República Dominicana, por tener otro compuesto básico, sales de anfetamina.

En octubre de 2022, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), informó en su web oficial una escasez de la formulación de Adderall, evidenciando que la falta en farmacias de estas moléculas para tratar el TDAH se viene arrastrando desde hace varios meses.