Brote de chikungunya de 2014 afectó a más de 500 mil dominicanos

Durante el 2014, el evento de salud pública de mayor trascendencia en el país fue la fiebre por chikungunya, un brote que comenzó en San Gregorio de Nigua, provincia San Cristóbal, cuando se reportaron las primeras infecciones en el mes de febrero, cerrando ese año con 539,099 casos sospechosos.

De acuerdo con la Dirección General de Epidemiología (Digepi), se notificaron 43,359 episodios de enfermedad febril solo durante la semana 26 (en el mes de junio), cantidad que superó la de los casos notificados por dengue desde que se inició la recopilación de datos y vigilancia en el año 2000.

En períodos de gran incidencia de dengue, como fueron los años 2010 y 2013, la mediana de episodios de enfermedad febril notificados semanalmente apenas alcanzó 4,293 y 3,177, respectivamente, en cambio, durante la epidemia de chikungunya ascendió a 8,535.

El chikungunya es un virus que causa fiebre alta, dolor de cabeza y dolor en las articulaciones, unos tres o siete días después de ser picado por un mosquito Aedes aegypti infectado. 

Aunque la mayoría de los pacientes suele sentirse mejor en los siguientes días o semanas, algunas personas pueden desarrollar dolor e inflamación en las articulaciones de manera crónica durante meses, incluso, años.

Durante el brote de 2014, entre el 40 % y el 50 % de las personas con síntomas de esta enfermedad no demandaron atención de servicios de salud, recibiendo tratamiento ambulatorio.

Según documenta la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante el año 2022, en la Región de las Américas se notificaron 273,685 casos de chikungunya, incluidas 87 defunciones en 14 diferentes países. En las primeras ocho semanas de 2023, se reportaron 115,539 casos y 33 muertes, siendo Paraguay (1,128 casos por 100 mil habitantes) y Brasil (14.2 casos por 100 mil habitantes) las de mayor tasa de contagios.

Las complicaciones por este virus son más frecuentes en niños menores de un año y en mayores de 65 años, en especial si sufren de alguna enfermedad crónica como cáncer, diabetes o hipertensión. No existe un tratamiento específico ni una vacuna disponible para prevenir la infección. Para el dolor y la fiebre se recomienda tomar acetaminofén cada 6 horas.

Hasta ahora, la evidencia científica apunta a que es una enfermedad de una vez, ya que luego de que se desarrollan los anticuerpos, habría inmunidad de por vida.