Hombre cumplió su promesa: hirió de gravedad a su expareja embarazada y le mató al esposo

Una mujer embarazada de mellizos resultó herida de gravedad a mano de su expareja, quien además ultimó de múltiples puñaladas al esposo de ésta, la madrugada del miércoles en el callejón 16 del sector María Auxiliadora, en el Distrito Nacional. 

Lamentablemente Sugeidy Estefany de la Rosa, de 31 años, perdió sus bebés, debido a las heridascon arma blanca que le ocasionó Jeremías Soriano. La dama tenía seis meses de gestación y, dentro de su cuadro clínico, está estable. 

El esposo de Sugeidy, Froylán Báez González, murió tres minutos después de llegar al hospital Moscoso Puello, donde solo le dio tiempo agarrar la mano de su esposa y mirarla. 

Sobre la última acción de Báez González, la señora Antonia Corporan, vecina de las víctimas, indicó que ambos fueron colocados en camillas diferentes, uno al lado del otro. 

«Ellos estaban uno al lado del otro, y él le pasó la mano a su esposa y luego la miró, le clavó los ojos y ahí mismo tiró la cabeza», dijo Antonia, quien entró a la sala de emergencias del centro de salud junto a los agredidos. 

Los vecinos de la pareja indican que Froylán recibió más de 20 puñaladas, mientras que Sugeidy unas 12 estocadas. 

¿Cómo ocurrió?

Según indicaron los comunitarios del lugar, eran alrededor de las 4:30 de la mañana del miércoles cuando Jeremías Soriano, de 31 años, ingresó por un callejón, que a penas podía cruzar, y entró con facilidad por una ventana de cristal que no tenía seguro, aprovechando que la pareja estaba durmiendo. 

Entró a la habitación de las víctimas y de inmediato empezó a apuñalarlos sin piedad. La pareja no tuvo tiempo de defenderse, por lo que solo se les escuchaba decir “auxilio, no nos dejen matar”, según explicó la señora que reside en la vivienda contigua, quien dijo se sentía impotente por no poder hacer nada, debido a que la puerta principal estaba con candado. 

En la otra habitación se encontraba la niña de Sugeidy de 12 años, quien se había aprendido un escondite de la habitación ya que imaginaba que algo así podría ocurrir ante las constantes amenazas realizadas por Geremias.

El agresor amenazaba a Sugeidy

Denise Corporan, quien contó ser como una hija para Sugeidy, y vivía con ella por unos meses, indicó que le enseñó a la niña el escondite, ya que tenían miedo por las múltiples amenazas realizadas por Jeremías a su expareja.

Narró que en más de tres ocasiones Jeremías Soriano se paró en la puerta de la residencia de Sugeidy haciendo señales de muerte. 

Denise agregó que cuando ocurrían las amenazas, Sugeidy iba donde los familiares de Jeremías, sin embargo, el papá del agresor le imploraba que no lo denunciara, que sus amenazas quedarían solo en eso, en amenazas.

Producto de esas amenazas, Sugeidy y su pareja ya tenían una casa alquilada y solo estaban esperando que se la entregaran para poder mudarse del sector, pero se hizo tarde. 

Sangrando, y con el temor de perder sus bebés, Sugeidy logró arrastrarse hasta la habitación de su hija, donde todavía están las manchas de sangre en el suelo y las paredes, para poder protegerla, ya que el agresor pretendía atacar a la menor. 

Al no encontrarla en la habitación, Sugeidy se sintió más tranquila, al entender que la menor había acudido al escondite ensayado días atrás. 

Los vecinos indicaron que la niña miró toda la agresión desde su escondite, el cual es un pequeño callejón con una ventana de vidrio.