Manifestación en memoria de 18 fallecidos en Perú termina con casi 50 heridos

La manifestación que habitantes de Juliaca (sur) realizaron para conmemorar la muerte hace un mes de 18 civiles, en protestas que exigen la renuncia de la presidenta de Perú Dina Boluarte, terminó con casi 50 heridos, incluyendo policías y menores de edad.


La marcha, la más nutrida y sentida de las 22 movilizaciones que la Defensoría del Pueblo (ombudsman) registró este jueves en el país, se tornó violenta cuando manifestantes intentaron ingresar al aeropuerto Inca Manco Cápac de Juliaca (1.300 kms al sur de Lima), el mismo lugar donde hace un mes fueron abatidos sus paisanos.


El choque ocurrió alrededor de las 15H00 (20H00 GMT), cuando la policía «intentando dispersar a los manifestantes con bombas lacrimógenas» provocó heridas, fracturas, intoxicación e insuficiencia respiratoria en 23 personas, describe un reporte de la Red de Salud de la provincia San Román, del departamento de Puno.


Tres de los heridos son menores de edad de 17, 15 y 11 años, este último con herida «PAF» (por arma de fuego) en la pierna izquierda, indica el informe.
La Policía Nacional de Perú reportó por su parte en Twitter que 25 efectivos quedaron heridos tras los enfrentamientos en el aeropuerto.

– Lima y otras ciudades –

Mientras tanto, en Lima unos 2.000 trabajadores del principal sindicato peruano, CGTP, marcharon ordenadamente por calles del centro histórico con dirección al Congreso, todos vestidos con camisetas rojas y ondeando banderas de su gremio.


El grupo llegó a unos 100 metros del Parlamento en una ruta que estuvo fuertemente custodiada por policías antidisturbios, pero sin registrar mayores choques o incidentes.

En simultáneo, un contingente policial de al menos mil agentes se desplegó en formación frente a la sede del Poder Judicial, a la vista de los manifestantes, donde marcharon marcialmente y cantaron himnos institucionales.
En ciudades de los Andes y la zona selvática cerca del Amazonas se reportaron también movilizaciones en reclamo de una salida a la crisis política, desatada tras el fallido autogolpe del expresidente Pedro Castillo y la llegada al poder de Boluarte, su vicepresidenta, en diciembre pasado.


Temprano en Juliaca, los familiares y allegados de los 18 caídos recorrieron varias calles en un acto que conjugó llanto de dolor, consignas antigubernamentales y cantos de protesta, orquestados con instrumentos musicales como trompetas y tambores.

«La sangre derramada jamás será olvidada» o «¿cuántos muertos quieres para que renuncies?» fueron algunos de los mensajes dirigidos a la presidenta Boluarte, mientras madres y familiares empuñaban fotos e imágenes de los fallecidos por la violencia en las protestas.