Apurímac, región rebelde de Perú, promete luchar hasta la insurgencia

ABANCAY, PERÚ, AFP.- «Estamos en esta lucha y no vamos a dejarnos que nos pisotee, que nos maltrate esa gente de derecha», se escucha en Apurímac, convertida en el epicentro de las protestas en Perú que han dejado 21 muertos hasta el momento y puesto en zozobra al país.

Y Apurímac, el Perú profundo y pobre, se ha convertido en el epicentro de las protestas, que ya dejan dos decenas de muertos en el país desde el 7 de diciembre.

Seis de esas muertes ocurrieron en este pequeño departamento de 500,000 habitantes.

Los residentes argumentan que la Constitución los autoriza a la desobediencia civil.

Jose Zuloaga, manifestante: «El golpe en la práctica es de la derecha y este golpe se nota cuando ya están empezando a matar a mansalva, sin razón. Provocan división urbana, digamos con los «blancos», los «cuellos blancos» (ndlr: gente que apoya a Dina Boluarte) frente a la población campesina».

Un centenar de personas de Quishuara recorrieron 80 kilómetros en camión para bloquear breve y pacíficamente la vía entre Abancay y Andahuaylas.

Rosario Medrano, manifestante: «Por eso nosotros estamos en esta lucha y no vamos a dejarnos que nos pisotee, que nos maltrate esa gente de derecha».

El depuesto presidente, de origen indígena, fue detenido cuando quería refugiarse en la embajada de México tras su fallido autogolpe.

Es muy popular en las regiones andinas donde su elección representó una revancha del Perú rural sobre la capital Lima y sus élites.

Creen que a Castillo lo engañaron para perjudicarlo y aunque la nueva presienta Dina Boluarte también es originaria de Apurímac y fue vicepresidenta de Castillo, es señalada por no renunciar tras su detención y ahora se le acusa de represión.

En busca de calmar la tensión social, Boluarte prometió adelantar las elecciones de 2026 a 2024, luego a 2023, al tiempo que declaró un estado de emergencia que prohíbe reuniones y manifestaciones, y permite la intervención del ejército.

Clotilde Castro, manifestante:
«Lamentablemente, nos sorprende también la señora (ndlr: la presidenta, Dina Boluarte). Ella dijo, en un inicio, que cuando se iba a ir Pedro Castillo también ella se iba a ir, pero lo cual no ha sucedido eso.»

Maximiliano Chirinos, líder magisterial: «Lo que debe hacer ella (ndlr: la presidenta, Dina Boluarte) es, de repente, reconsiderar esa acción y [que] se hagan nuevas votaciones. ¿Va o no va el adelanto de elecciones? Mientras tanto, todas las organizaciones del Perú van a seguir en la calle».

Algunas personas le dan crédito a Boluarte por haber respetado la Constitución y asumido el cargo, creyendo que se le debe dar algo de tiempo.

Pero la gran mayoría, incluso los que hacen campaña por el fin de las manifestaciones, piden su renuncia.

Los manifestantes también comparten la teoría que la violencia de los últimos días es obra de infiltrados simpatizantes del expresidente Alberto Fujimori o de fuerzas especiales de la policía.