Irán amplía su programa nuclear y «desafía» acuerdo de no proliferación

Teherán, Irán, AFP.- Irán empezó a producir uranio altamente enriquecido en su planta de Fordo, encendiendo las alertas de potencias occidentales, que consideraron que la iniciativa anunciada «desafía» los acuerdos de no proliferación nuclear de 2015.

«La producción de uranio enriquecido al 60% comenzó en Fordo el lunes», anunció el martes el director de la Organización Iraní de Energía Atómica, Mohammad Eslami, citado por la agencia de prensa ISNA.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó el inicio de la producción de «uranio altamente enriquecido» en Fordo y recordó que la República Islámica ya había relanzado «ese tipo de producción en Natanz en abril de 2021».

El acuerdo sobre el programa nuclear iraní, sellado en Viena en 2015, establece que Teherán no puede superar el 3,67% de enriquecimiento. La fabricación de una bomba nuclear requiere un nivel de enriquecimiento de uranio de un 90%.

La decisión iraní no tiene «ninguna justificación civil» y «desafía al sistema de no proliferación» nuclear, afirmaron Reino Unido, Francia y Alemania en una declaración conjunta.

Estados Unidos expresó igualmente su «profunda preocupación» por el avance del programa nuclear de Irán.

El acuerdo de 2015, firmado por esas cuatro potencias occidentales junto a China y Rusia, preveía un levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán a cambio de garantías de que este país no desarrollara armas atómicas.

Pero el acuerdo está moribundo desde la retirada de Washington en 2018, bajo la presidencia de Donald Trump, que restableció las sanciones económicas contra Teherán.

En respuesta, Irán fue rompiendo sus compromisos desde 2019, aunque niega que sus actividades nucleares tengan como objetivo desarrollar una bomba e insiste en que su programa tiene fines civiles.

Represalias

Como represalia de las sanciones estadounidenses, Irán aseguró en enero de 2021 que estaba trabajando para enriquecer uranio al 20%. Varios meses después, otra instalación iraní en Natanz (centro) alcanzó la cota de 60%.

En el acuerdo de 2015, la República Islámica había aceptado congelar las actividades de la planta de Fordo, unos 180 kilómetros al sur de Teherán, construida bajo tierra para protegerla de eventuales bombardeos.

Las medidas anunciadas este martes son «nuevos pasos significativos en el vaciamiento» de ese acuerdo, sostuvieron Reino Unido, Francia y Alemania en su declaración.

El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, criticó por su parte el «progreso del programa nuclear de Irán» y «la mejora constante de sus capacidades de misiles balísticos».

Tras la derrota electoral de Trump, su sucesor, Joe Biden, expresó su deseo de que Washington participe de una reactivación del acuerdo y en abril del año pasado se iniciaron contactos al respecto.

Pero el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo el mes pasado que ve pocas oportunidades de restablecer el acuerdo, ante la violenta represión de las manifestaciones que se desencadenaron en Irán en septiembre por la muerte en detención de la joven Mahsa Amini, arrestada por no acatar las normas de vestir de la República Islámica.

Resolución crítica del OIEA

El acuerdo entre las grandes potencias e Irán fue supervisado por el OIEA, pero las relaciones entre Teherán y esta agencia de la ONU se han deteriorado en las últimas semanas.

La junta de gobernadores del OIEA aprobó el jueves una resolución que critica la falta de cooperación de Irán, tras un pronunciamiento similar en junio.

Las resoluciones alegan la ausencia de respuestas «técnicamente creíbles» de Irán sobre los restos de uranio enriquecido encontrados en tres instalaciones no declaradas.

Teherán anunció que tomaría represalias por esas resoluciones y la agencia oficial ISNA afirmó que el aumento de la capacidad de la planta de Fordo forma parte de la respuesta iraní.

Teherán reclamó en agosto el cierre de la investigación del OIEA sobre los sitios no declarados del país.