Venezuela calcula un centenar de víctimas mortales en el deslave

Han pasado tres días y la esperanza se desvanece: las autoridades venezolanas calculan ya un centenar de víctimas mortales del mayor «deslave» en décadas, en el pueblo de Las Tejerías, con 43 cuerpos hallados y más de 50 desaparecidos, cuya supervivencia está descartada.

La vicepresidenta, Delcy Rodríguez, informó que «la cifra de personas fallecidas que hemos encontrado alcanza las 43», actualizando un balance que pocos minutos antes ofreció el presidente Nicolás Maduro, de 39.

«Y todavía hay un número importante de desaparecidos: 56 desaparecidos», señaló el presidente que desde el palacio presidencial de Miraflores en Caracas hizo un contacto con Rodríguez por televisión. «Estamos llegando a casi un centenar de víctimas fatales de esta tragedia», lamentó.

Unos 3,000 efectivos, entre policías, militares y miembros de Protección Civil, coordinan esfuerzos junto a los vecinos para excavar entre la masa de barro, ramas de árboles y rocas tras un alud que arrasó el sábado este montañoso pueblo en el estado Aragua (centro), tras extensas y copiosas lluvias.

Los agentes coinciden, no obstante, en que «difícilmente» encontrarán supervivientes en esta localidad de 50.000 habitantes al pie de las montañas.

«No sé si gritar, no sé si correr, no sé si llorar», dijo a la AFP Nathalie Matos, de 34 años, desesperada por encontrar a su madre, de 65 años. «Ella estaba sola, me llama y en su última llamada, porque me hizo tres, me dice: ‘Hija, me estoy ahogando, se nos metió el agua, sáquenme… ¡Sáquenme, sáquenme, sáquenme, sálvame que no puedo!’». «La intenté volver a llamar, contestó, pero era un ruido», rememoró.

Una cuadrilla de rescate está en una casa, tapiada de barro. «El perro hizo señas aquí, en esta área de lo que era la sala y en la cocina, lo que coincide con la seña que nos dio el familiar», comentó un bombero en el lugar con apoyo canino. Unos cinco compañeros excavaron con palas, pero no consiguieron nada. «Sé que está aquí», insistía ella.

A pocos metros, otra cuadrilla está sobre un terreno donde antes había una casa, que fue arrastrada por el río crecido. Vecinos trataban de reconstruir la planta de la vivienda para tener una idea de donde buscar primero.

Y así, cada poco, continúan las búsquedas.

«Si no murieron por el golpe de las ramas y las piedras que trae el río, murieron de hipotermia», dijo a la AFP un funcionario de Protección Civil Aragua que pidió anonimato.

«Uno se va guiando por el olor (a descomposición), y hoy huele en varias casas», agrega un bombero del vecino estado de Carabobo.