En Villa Juana y Villas Agrícolas los delincuentes acechan y se burlan de los policías

Un sentimiento de inseguridad y miedo es el que se vive día a día entre los comunitarios que residen en los sectores Villas Agrícolas y Villa Juana, en el Distrito Nacional, ante la ola delictiva que los afecta.

Ambas barriadas figuran en los apuntes de la Policía Nacional con un incremento de la incidencia delincuencial entre el 13 hasta el 30 del mes pasado, fecha en que aumentó 17 y 140 %, respectivamente.

Pese a la amplia presencia de los agentes del orden, los lugareños de dichos sectores creen que los desaprensivos “se burlan de manera descarada” de los oficiales, para continuar realizando sus acciones ilegales.

Sobre esto, el propietario de un colmado de Villas Agrícolas indicó que las burlas a los agentes de la Policía Nacional están y seguirán empañado su labor, ya que entiende que debe existir un monitorio mejor organizado en la zona.

“Ellos pasan (los policías) y son muchos que pasan, pero inmediatamente ellos pasan, hay el doble de delincuentes desgraciados haciendo lo mal hecho. Esos bárbaros acechan a los policías y después que cruzan ya hasta le tienen las horas contadas”, comentó mientras mencionaba que pagó a uno de los delincuentes para que a su colmado no lo toquen manos criminales.  

Según el comerciante, a quien se protege su identidad por seguridad, no solo él ha tenido que pagar a los «matatanes de la zona», sino también que varios vendedores han tenido que adaptarse a lo nuevo y depositar un «peaje» a un grupo de delincuentes para proteger sus pertenencias. 

Asegura que los comunitarios, vendedores y motoristas de Villas Agrícolas están desamparados de las autoridades y que además de los delincuentes del sector, acuden a la zona desaprensivos «bien armados» de El Capotillo.  

La estrategia utilizada por las autoridades al realizar los operativos conjuntos ayudó los primeros días, según Rosa Balbuena, residente del sector Villa Juana, quien contó que hace dos semanas fue víctima de un atraco en el cual casi pierde la vida, ya que uno de los delincuentes le gritaba a su compañero que “la matara”.

Balbuena expresó que cuando los agentes ultimaron a varios delincuentes la situación había mejorado, ya que la acción creó un temor en aquellos que realizan estos actos.