El desempleo en Argentina baja a mínimos en siete años pero hay alta informalidad

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El desempleo en Argentina baja a mínimos en siete años pero hay alta informalidad

La cifra neta de desocupados bajó en el segundo trimestre a 957.000 personas, 316.000 menos que en igual período de 2021

Publicado por: Redacción | Publicado hace: 5 horas 

Buenos Aires, 21 sep (EFE).-La tasa de desempleo en Argentina bajó en el segundo trimestre del año al 6,9 %, su nivel más bajo en 7 años, pero persisten altos niveles de informalidad y se crearon más trabajos independientes que puestos de empleo asalariados en el sector privado formal.

Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa de desempleo del segundo trimestre estuvo 0,1 puntos porcentuales por debajo de la del primer trimestre y 2,7 puntos por debajo de la registrada en igual período de 2021.

El indicador sumó así 8 trimestres consecutivos en retroceso, tras el máximo anual del 13,1 % registrado en el segundo trimestre de 2020, cuando la economía argentina se vio fuertemente golpeada por las severas restricciones sanitarias dictadas ante la irrupción de la pandemia de covid-19.

El índice del 6,9 % verificado en el primer trimestre de este año es la menor tasa desde que en 2016 se inició una nueva serie estadística de medición del mercado de trabajo y la más baja desde el tercer trimestre de 2015, cuando el Indec, bajo la metodología de medición anterior, reportó una tasa de desempleo del 5,9 %.

La cifra neta de desocupados bajó en el segundo trimestre a 957.000 personas, 316.000 menos que en igual período de 2021.

ALTA INFORMALIDAD

Pese a la bajada en el índice de desempleo, los datos oficiales evidencian que casi un cuarto de los ocupados (26,5 %) trabaja por cuenta propia y que, entre los asalariados, casi cuatro de cada diez (37,8 %) trabaja en la informalidad.

La alta proporción de trabajadores informales en el sector privado es preocupante ya que, según advirtió la Fundación Mediterránea en un reciente informe éstos son «más vulnerables» respecto a sus pares formales en dos dimensiones: «perciben en promedio menores salarios y sufren en mayor medida los efectos de la inflación sobre su poder adquisitivo».

Entre el segundo trimestre de 2021 e igual lapso de 2022, cerca de 100.000 personas se sumaron al trabajo por cuenta propia y unas 900.000 consiguieron un trabajo asalariado pero informal, mientras que en el transcurso de un año se perdieron unos 100.000 puestos de empleos asalariados formales.

Por otra parte, según los datos oficiales, la tasa de subocupación -aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales- del segundo trimestre se ubicó en el 11,1 %, con 1,5 millones de personas en esta categoría, unas 93.000 menos que en el segundo trimestre de 2021.

AVANCE DEL TRABAJO INDEPENDIENTE

El informe difundido por el Indec tiene en cuenta los datos de los 31 mayores conglomerados urbanos del país, donde viven 29,1 de los 46,2 millones de habitantes de Argentina.

Otro informe, elaborado por el Ministerio de Trabajo, da cuenta de que a finales de junio último la cantidad de personas con trabajo registrado era de 12,7 millones, con un alza interanual del 5 % (607.200 trabajadores más en un año).

De ese total, 9,9 millones de personas tenían un empleo asalariado registrado -incluyendo al sector privado, al sector público y el trabajo en casas particulares-, un 3,5 % más que en junio de 2021.

Según el Ministerio de Trabajo, en el sector privado formal se crearon en el último año 259.600 puestos de empleo, hasta alcanzar los 6,1 millones en junio último, mientras que en el sector público se crearon 79.400 puestos, hasta los 3,3 millones.

En tanto, 270.300 personas se sumaron en el último año al trabajo registrado no asalariado, un grupo que sumaba a marzo último un total de 2,7 millones de trabajadores independientes con aportes a la seguridad social.

Dentro de este grupo hubo un notable crecimiento interanual del 39,3 % en el grupo de los denominados «monotributistas sociales», una categoría con la cual el Fisco argentino reconoce la realización de actividades productivas, comerciales y de servicios por parte de la población en situación de vulnerabilidad social y que, en junio pasado alcanzaba a 512.700 personas, unas 144.000 más que hace un año.