Misión del OIEA se dirige a central nuclear de Zaporiyia pese a hostilidades

Zaporiyia, Ucrania (AFP). –Los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) emprendieron el jueves el camino hacia la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, a pesar de las actividades militares en sus alrededores.

«Hubo actividad militar, incluso esta mañana, hace unos minutos», pero «no nos detenemos, nos movemos», dijo a la prensa antes de partir Rafael Grossi, el director de este organismo regulador de la ONU.

La comitiva partió desde la ciudad de Zaporiyia hacia Energodar, la localidad donde se encuentra esta planta controlada por Rusia, un recorrido habitualmente de dos horas en coche en el que deberán cruzar la línea del frente.

Poco antes de su salida, el alcalde exiliado de Enerdogar, Dmitro Orlov, denunció en Telegram que las tropas rusas habían bombardeado esa ciudad y publicó imágenes de edificios dañados de los que salían columnas de humo.

Desde la madrugada, los rusos «disparan sobre Energodar con ayuda de morteros y armas automáticas y bombardean con cohetes», dijo Olov, asegurando que la misión de la ONU no podría «continuar su camino (…) por razones de seguridad».

Por su parte, el ministerio ruso de Defensa denunció que decenas de soldados ucranianos habían cruzado en embarcaciones el río Dniépr, que separa sus posiciones, a tres kilómetros al noreste de la central.

En su comunicado, el ministerio ruso aseguró que tomaron «medidas para destruir al enemigo».

«Sabemos que hay un área gris donde acaba la última línea de defensa ucraniana y empieza la primera línea de las fuerzas de ocupación rusas, donde los riesgos son significativos», dijo Grossi, que lidera un equipo de 14 inspectores.

«Creo que tenemos que seguir adelante con esto. Tenemos una misión muy importante que cumplir», añadió.

El diplomático argentino aseguró el miércoles que el OIEA quería establecer una «presencia permanente» con la misión de «evitar un accidente nuclear y preservar esta importante central nuclear», la más grande de Europa, agregó.

– «Dejar de jugar con fuego» –

Ubicada a orillas del río Dniépr, la planta y sus alrededores son objeto de preocupación por haberse convertido recientemente en blanco de bombardeos de los que rusos y ucranianos se acusan mutuamente.

«Es hora de dejar de jugar con fuego y tomar medidas concretas para proteger esta instalación y otras similares de cualquier operación militar», dijo el director general del Comité Internacional de la Cruz Roja, Robert Mardini, a los periodistas en Kiev.

«El más mínimo error de cálculo podría desencadenar devastaciones que lamentaremos durante décadas», añadió.

La planta está desde marzo en manos de Moscú que, según Ucrania, ha desplegado en su interior hombres y armamento.

Aunque temía que la visita del OIEA legitimara la ocupación rusa, Kiev dio luz verde a la inspección siempre que la misión partiera del territorio bajo su control.

Sin embargo, la misión del organismo de la ONU no frenó el fuego cruzado de acusaciones entre Rusia y Ucrania sobre quién es responsable de las «provocaciones» en esa área y dificulta el trabajo de los inspectores.

– Contraofensiva en el sur –

Con el frente estancado en el este, las hostilidades se centran en el sur, en la cercana región de Jersón, donde Ucrania empezó el lunes una contraofensiva.

La mayoría de la región y su capital homónima fueron capturadas por los rusos al comienzo de la guerra hace seis meses.

Con las tropas ucranianas tratando de recuperar terreno en esta región a orillas del mar Negro, la Casa Blanca avanzó que en los próximos días anunciarán una nueva ayuda militar a Kiev, además de los 13.000 millones de dólares ya otorgados.

Por otro lado, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea acordaron el miércoles la suspensión de un proceso vigente desde 2007 que facilitaba los visados a rusos, dificultando así su entrada al territorio comunitario.

Zelenski, que deseaba que la UE prohibiera todos los visados, dijo el miércoles que la sociedad rusa debe pagar el precio de la guerra.

«Creo que es humillante para Europa el ser considerada simplemente como una gran tienda o restaurante», dijo en un discurso. «Europa es un territorio de valores ante todo, no de consumo primitivo», añadió.