Secuelas del COVID-19: Daños en el cerebro y la culpa del sobreviviente 

A estas alturas, ya son numerosos los estudios internaciones que certifican que el virus Sars-COV-2 deja secuelas no solo a nivel pulmonar, sino en otros órganos del cuerpo como el corazón y el cerebro.

El presidente de la Sociedad Dominicana de PsiquiatríaJulio Chestaro, asegura que esta afección en diferentes partes del cuerpo produce “una cascada inflamatoria”, que genera un daño detrás del otro.

Al preguntarle cuáles otros órganos se afectan además del cerebro, el doctor sin titubear respondió: “¡Todos!”.

El COVID-19 resultó ser una enfermedad mucho más compleja de lo que pensamos en su inicio. Pensábamos que era una enfermedad principalmente de origen respiratorio, y resulto ser una enfermedad que afecta todo el cuerpo, donde el área de psiquiatría no ha quedado fuera”, afirmó Chestaro en una conversación telefónica con Diario Libre.

“El COVID, en todo ese proceso inflamatorio que produce, también afecta el cerebro y produce cambios en su estructura, tanto así, que algunos estudios apuntan a posible factor de riesgo para desarrollar algunos tipos de demencia”, explicó Chestaro.

De acuerdo al especialista, el COVID ha aumentado los casos de depresión, los trastornos de ansiedad, problemas con el sueño e insomnio e incluso estrés postraumático y el consumo de alcohol en ciertas poblaciones.

Las secuelas del virus en el cerebro, aún no haya sido un COVID prolongado, pueden incluir “deterioro cognitivo leve, que abarca la memoria, velocidad de procesamiento, abstracción, delirium y confusión mental”.

Otros pacientes han experimentado trastorno por estrés agudo, despertándose llenos de sudor, reviviendo ese momento cuando estuvieron enfermos o incluso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Chestaro cuenta que en psiquiatría se han visto dos caras de la enfermedad: pacientes que tenían historial previo de enfermedades mentales como depresión y ansiedad y producto del post COVID, estando en remisión, se les activó de nuevo la enfermedad, y, el caso de pacientes que sin historial previo de enfermedades de esta naturaleza que comenzaron a desarrollarlas.

“Hay que recordar el escenario de 2020 fue tan terrorífico, que, llegamos a pensar que no nos íbamos a salvar ninguno y la incertidumbre tanto de la salud como de la economía porque muchos negocios cerraron y no estaban produciendo”, apuntó el galeno.